lunes, 27 de octubre de 2008

La televisión

Una alumna, durante la Revista de Prensa de clase (con mayúsculas: un respeto), ha leído un listado de noticias emitidas hoy por no sé qué informativo de televisión. En la carnicería del mercado hay menos músculo desgarrado, menos sangre. ¿Por qué los sucesos? Responde otro alumno: por la audiencia. ¿Sólo? Y porque cuesta poco elaborar ese tipo de información, añade un compañero. ¿Poco esfuerzo, poco talento? No: poco dinero.



Se acabó la clase (la prevista, la que había preparado). El ejercicio práctico se convierte en una reflexión interminable sobre la televisión y sus problemas. Al final, no sé por qué, acabamos hablando incluso del suicidio como materia prima de ciertas informaciones. He citado a El Roto (Ándres Rábago). Me gusta colocar sus viñetas junto a un párrafo, deliciosamente ingenuo -leído hoy, claro-, del libro Aquí está la televisión: su ventana al mundo ( T. Hutchinson, 1946): “La televisión significa el mundo en su casa y en las casas de toda la gente del mundo. Es el mayor medio de comunicación jamás desarrollado por la mente del hombre. Ella hará que se desarrolle la buena vecindad y traerá la comprensión y la paz sobre la tierra, más que ninguna otra fuerza material en el mundo actual”. Pobre Hutchinson. Cuánto le hubieran asombrado las viñetas de El Roto. Ésta, por ejemplo (El País, 6/09/2003):

3 comentarios:

  1. Particularmente la televisión me resulta un medio odioso en tanto que es un medio puramente dedicado a entretener, pero se presenta a si mismo como un medio capaz de informar al espectador. Nada más lejos de la realidad.
    Me ha gustado la viñeta de EL ROTO en el que ante un televisor desintonizado alguien dice "será la verdad que intenta emerger". Y es que una televisión desintonizada se acerca más a la verdad que cualquiera de los informativos que pretenden "informar".

    Hoy leía con estupor una columna en el diario gratuito ADN en la que se decía que los ingresos por publicidad descenderán en televisión un 25% el año próximo. La conclusión a la que llegaba el autor de la columna es que la televisión, ante la reducción de ingresos, será aún peor y se potenciarán los odiosos "realitys" por su bajo coste y sus buenas audiencias.

    Después de leer algo así uno se pregunta: ¿Qué clase de medio es la TV que vive sujeto a las audiencias?¿Qué clase de medio es la televisión que vive sujeto a los ingresos por publicidad hasta tal punto que la calidad ofrecida depende de la cantidad de publicidad emitida?

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  2. No nos pongamos radicales. La televisión, como cualquier medio, depende de las audiencias. Todo medio de comunicación es una empresa y como tal, busca obtener beneficios. Otra cosa es que lo único que importe sea el ánimo de lucro frente a la labor informativa, y eso, al igual que a mi compañero me parece abominable.

    Sin embargo, no hay que caotizar diciendo que la televisión es un medio odioso en el que el rigor periodístico no tiene cabida, nada más lejos de la realidad. Es verdad que "la caja tonta" se ha ganado a pulso ese calificativo tras años de degeneración, pero sigue conteniendo espacios muy interesantes y constructivos que de verdad merecen la pena.
    No nos dejemos llevar por unos cuantos programas basura para tener este tipo de prejuicios contra una televisión a la que, indudablemente le falta mucha calidad, pero que en ningún caso carece completamente de ella.

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  3. La televisión es como todo, todo depende de buen o mal uso que hagas de ella. Cierto es que abunda la basura por esos lares, pero cierto es también que hay buenos programas, aunque son una muuuy pequeña parte y, para los que no lo son, con no verlos es suficiente.

    Saludos

    http://www.maratorres.es.kz Mara Torres Página no oficial (Labana blog)

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