martes, 10 de julio de 2012

Resumen (pre)vacacional

   No importa qué piense el vecino. Ese hombre siempre piensa que estoy de vacaciones.
- ¿Qué, de vacaciones?
- No, todavía no. 
- ¿En julio un profesor y sin vacaciones...?
   Sé qué periódico lee, qué cadena de radio escucha, qué tertulias de televisión frecuenta. A ver quién explica a este señor que un funcionario no está por definición de vacaciones en julio. Dejemos al vecino y vayamos a julio: tiempo no obligatoriamente vacacional, pero sí adecuado para preparar el nuevo curso y hacer balance de lo aprendido en el anterior.
   Resumen, pues, de lo último. Balance de unos cuantos meses de aprendizaje. Uno: mejor rotundo que sutil, anecdótico que profundo. Déjate aquí de profundidades. Dos: mejor con carga ideológica que con razonamiento puro. Tres: mejor herido u ofendido (implicado, en todo caso) que simplemente atento. Cuatro: cultiva ese sentido del humor que propicia la sonrisa o la carcajada. Cuidado con la ironía, que es arma de imprevisibles consecuencias. En caso de duda escribe "jajaja", no vaya a ser que. Cinco: mejor literalidad que literariedad. Seis: mucho mejor con foto que sin ella, aunque tengas que recurrir a un enlace. Siete: el vídeo da buena impresión pero causa gran pereza abrirlo y esperar a que avance por sí mismo. Habrá que buscar el equivalente audiovisual de las tres líneas de texto, pues demasiado breve (veinte segundos, por ejemplo) a menudo decepciona. Ocho: mejor si habitualmente otorgas adhesiones. Así también las recibirás tú. Nueve: mejor solidario que egoísta. Y diez: mejor acabar antes de que sea demasiado tarde. Mejor tres líneas que treinta.