martes, 8 de julio de 2014

Cafetería y profundidad

   Se aprende mucho en las cafeterías. Twitter está bien: es casi una gran cafetería. Facebook también ayuda: es casi un gran salón en el que todo puede ocurrir. No obstante, las cafeterías propiamente dichas -las cafeterías, sin más- deberían formar parte de cualquier plan de estudios elaborado con un mínimo de sensatez. En las cafeterías cobran voz los libros que hemos leído, las ideas que nos han permitido avanzar, las palabras que alimentan nuestras miradas.