martes, 13 de marzo de 2012

El periodismo deportivo como síntoma

   Debió de ser una tarde parda y fría de invierno. Ya sabéis de qué siglo hablo. Un profesor sabio y socarrón soltó de repente en clase: "el periodismo deportivo es al periodismo lo que la música militar a la música". Nos reímos entonces. Ahora, pensándolo con más calma, quizá deberíamos evitar en las aulas ese tipo de ironías y sarcasmos. Porque es posible que nadie se ría. Porque tal vez nadie se sienta incitado a reflexionar con ocurrencias de ese tipo. Y porque, además, hoy la música se entiende mejor analizando la evolución de la música militar.
 
 
Parece claro que el periodismo deportivo ha venido anticipando algunas tendencias del periodismo de información general. Incluso del más serio y sesudo. La hibridación de estilos y géneros, por ejemplo. El periodista especializado en deportes (en fútbol, sobre todo) informa y opina, cuenta y comenta. Todo al mismo tiempo, en una sabrosa ensalada. La radio deportiva es desde hace años una asombrosa mezcla de registros y géneros. La televisión ha seguido también este modelo. La información se esparce en un discurso que busca, fundamentalmente, el entretenimiento. Otra lección para el periodismo no especializado. Otra anticipación. Las estructuras informativas tradicionales comenzaron a resultar inútiles, o molestas, ya en el periodismo deportivo clásico. La viñeta de El Roto que se reproduce arriba (El País, 16 de enero de 2012) vale también esta vez por un concluyente "etcétera".
   Todo lo anterior permite explicar el miedo, el terror pánico, que el otro día me produjo escuchar cierta pregunta de un periodista deportivo. Sucedió en Barcelona, durante una rueda de prensa protagonizada por Xavi Hernández, centrocampista del FC Barcelona. Al parecer, el día anterior Messi había marcado varios goles a un equipo alemán con nombre de medicamento (tópico que utilizo para que nadie crea que hablo sin conocimiento de causa). El periodista deportivo, según anoté al vuelo, dijo:

  - Después de lo de ayer, ¿tú crees que hay gente que se seguirá atreviendo a comparar a Messi con el portugués? Porque parece, permíteme la expresión, ya casi un crimen futbolístico hacerlo.
   - ¡No, hombre, no te pasesss...!-respondió, muy sensato y ponderado, el futbolista.

   Como no estaba seguro de haber oído bien, busqué por ese océano inabarcable de internet y, en efecto, comprobé que no había soñado. Tanto la pregunta como la respuesta están grabadas. No era desvarío ni alucinación. El periodista forofo preguntó. El futbolista templó su fanatismo y le recomendó cordura. Insisto: como el periodismo deportivo siempre ha marcado tendencia, tengo miedo. Temo que pronto suceda algo parecido, por ejemplo, en la rueda de prensa habitual tras el Consejo de Ministros.
   (Pensando esto último también con más calma: por si acaso, preguntaré a mi amiga María Antonia. Quizá mis preocupaciones no tienen fundamento. Quizá eso que el periodismo deportivo prefigura, y que tanto temo, no sea en realidad tan terrible. Quizá ya ha ocurrido y, sin embargo, ni siquiera me he enterado.)

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